martes, 11 de enero de 2011

El caleidoscopio político


¿Qué magia irradian las imágenes que nos seducen, hipnotizan, cautivan hasta lo más hondo? La potencia de su fuerza da cuenta, también, de sus posibilidades. Así como destilan seducción, también ofrecen la posibilidad del peligro. El peligro que muchas veces implica el ejercicio de la verdad.
Después de recorrer el caleidoscopio fotográfico, lleno de sentido, que se reúne en las páginas del blog Mal menor es inevitable acercarse a esta presunción, porque las imágenes que el autor del sitio recopiló, organizó y significó destilan riesgo. Un riesgo necesario, altamente necesario para esta época, para la constitución (es decir, para la reconstitución) de nuestra memoria actual, para preservar los materiales que den forma a la memoria del futuro.
Mal menor recoge –y lo continúa haciendo– fotografías de la historia reciente, y no tanto, del país que son expuestas a través de series. Conjuntos de imágenes que, si bien son significativas individualmente, plantadas en serie adquieren un rigor semántico extraordinario. Duhalde junto a Carlos Tomada, Chiche y Aníbal Fernández. Cristina probándose distintas gorras sindicales. Palito Ortega vestido de militar, junto a Evangelina Salazar, de campaña junto a Carlos Menem. Dante Gullo junto a Ruckauf, Ricardo Alfonsín o Carlos Grosso. ¿Kunkel junto a Rico o Rico junto a Kunkel? Perón y Lucio Gelli. Mauricio Macri junto a Gabriela Michetti. El cadáver de Evita. La Juventud Sindical –la nueva kirchnerista, la vieja (integrada por Hugo Moyano que prometía brindar a la izquierda peronista el trato que merecen los traidores). Joaquín Morales Solá, Nelson Castro, Magdalena Ruiz Guiñazú conspiradores en el senado. Carlos Tomada junto a José Pedraza, Cristina junto a José Pedraza, Aníbal Fernández junto a José Pedraza y Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi junto a José Pedraza. Un caleidoscopio que actualiza la posibilidad del uso político de las imágenes. El uso de frases –ya sean epígrafes de las fotos o citas– le otorga un extrañamiento poético a las fotografías. El lector –el espectador– se ve interpelado a buscar un sentido. Una frase encabeza el blog –que la desmiente–: “Una foto no significa nada”, sentencia firmada por la intelectual panelista kirchnerista Sandra Russo.
La fotografía es la memoria social inmediata. Adquiere rango político cuando atrapa el momento histórico, se lo proponga o no. Y luego es necesario comprender sus funciones: leer la foto. Mal menor propone un conjunto de imágenes, un archivo inconmesurable, una visión de la historia y una advertencia contra el cinismo en que se mueven ahora mismo los gobernantes –y quienes los sostienen–. Y también de quienes se encuentran en la oposición y en las direcciones sindicales burocratizadas. Mal menor constata que existe una cuestión de clase. Señala las relaciones que constituyen la genealogía –y la actualidad– del kirchnerismo, sintetiza la historia contradictoria (un laberinto sin salida) del peronismo. Tal vez, Mal menor ayude a socavar los auras que quisieran conservar los poderes. No por nada comenzó su camino a principios de noviembre de 2010. Después de instantes históricos que seguramente siguen revelando algo: después del asesinato de Mariano Ferreyra, después de la muerte de Néstor Kirchner. El rol de esta galería que continúa construyéndose quizás simplemente sea afirmar una frase que se encuentra en algún lugar del propio sitio: “Le estamos haciendo mal a esa imagen que hemos logrado construir entre todos de un país serio, previsible y viable”. Y lo hace muy bien.