viernes, 27 de mayo de 2011
jueves, 7 de abril de 2011
El videito que faltaba
El martes Ernesto Tenembaum -en el programa Palabaras + Palabras menos que conduce junto a Marcelo Zlotojwiazda- recomendó en cámara la lectura de ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? y planteó sus tesis más relevantes. Fue buenísimo. El día anterior las cámaras del programa, a través de Claudia y un camarógrafo cuyo nombre no recuerdo, me visitaron en casa para charlar sobre los sindicatos y las patotas. El video no se pudo emitir en el programa ya que el tiempo les había quedado corto. ¡El diputado Rossi se entusiasmó con el micrófono en una clara operación para opacarme! De todos modos, me pasaron el videito editado por las sabias instrucciones de Laura Cukierman y helo aquí, entonces, para que se burlen tranquilos de mi imagen con los libritos de arte detrás (puf, me caigo de intelestuá).
Acá, el bloque en el que Tenembaum habla sobre el libro y luego las entrevisats a opositores a las direcciones tradicionales de los sindicatos.
(Un agradecimiento a @fpietra que me ayudó a resolver mis inutilidades en la transformación de un video de DVD a uno que podía subirse a youtube. Tuiter sirve!)
martes, 5 de abril de 2011
¿Y los gráficos de Clarín?
Que la peleíta entre Clarín y los medios K no impida ver lo importante: Las condiciones de trabajo de los gráficos que siguen igual que antes, a pesar del reclamo de millones de Siri para no molestar.
Acá el video: "Tres ciento cincuenta", pide Siri:
http://www.youtube.com/watch?v=Q9MRX5iGQ-Q
COMUNICADO DE PRENSA
“Los delegados y el moyanismo desprestigian los reclamos de AGR-Clarín”
Pablo Viñas, el único representante gremial aún excluido por AGR-Clarín, dejado fuera de las negociaciones, denunció que los delegados y el moyanismo desprestigian los reclamos de AGR –Clarín y reclamó su inmediata reincorporación.
“Acá se está utilizando, y bastardeando los métodos de lucha de los trabajadores y los reclamos de AGR-Clarín, primero lo hace Moyano, para apretar a los medios y a su propio gobierno en busca de impunidad, y ahora nos enteramos que también lo hacen los delegados buscando un “arreglo” económico con la empresa. En el medio quedamos los trabajadores de AGR que vemos debilitada nuestra organización interna y desprestigiados nuestros reclamos y denuncias contra la patronal negrera y antisindical de Clarín.”, señaló Pablo Viñas.
“No hace falta leer Clarín, que está claro que en este caso no es una fuente confiable, pero los propios delegados hace pocos días reconocieron y justificaron abiertamente en 678, que dos de sus miembros ya llegaron a un arreglo y que otros habían ofrecido dar un paso al costado, aclarando por si quedaban dudas, que ellos no eran Robin Hood”, agregó Viñas.
También señaló: “Acá de lo que nadie habla es de los problemas de la fábrica, de por qué el ministerio de Trabajo permite desde hace mas de 10 años que la empresa viole sistemáticamente el Convenio Colectivo y aplique un turno de trabajo ilegal donde se obliga a trabajar los fines de semana sin pagar extras; de por qué Clarín no paga los aumentos paritarios, por qué trabajamos con la mitad del personal en las máquinas” y por último denunció “Mientras Moyano y los delegados usan nuestros reclamos para sus intereses ajenos a los de los trabajadores, la empresa está apretando aún más las clavijas: la semana pasada el gerente industrial hizo pasar a todos los obreros, de a grupos de a veinte por su oficina, exigiéndoles aum! entos en la producción, amenazándolos con que se tienen que hacer cargo de lo que hacen sus delegados y con reducción de horas extras y despidos”.
Lista Naranja Gráfica
Pablo Viñas: 15 5 653 9481
lunes, 28 de marzo de 2011
sábado, 26 de marzo de 2011
Ya está en las librerías ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?
Desde hace unos días está en las librerías ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?, la investigación sobre el asesinato del militante del Partido Obrero que busca reconstruir aquel 20 de octubre; escarba en las relaciones entre sindicalismo, patotas y barrasbravas (un trío que no es una excepcionalidad pedracista, sino que abunda en la CGT, "columna vertebral" del gobierni kirchnerista, según definió Aníbal Fernández)y que explora qué negocios defendía Pedraza en el ferrocarril a tal punto de mandar a la patota a matar. El libro incluye la única entrevista a Pedraza que se realizó en todo este tiempo, larga charla que mantuve con el sindicalista preso en el último piso de la sede de la Unión Ferroviaria, en el barrio de Boedo. También intenta construir un retrato de Mariano Ferreyra a través de los recuerdos de sus familiares, amigos y compañeros de militancia.
La elaboración del texto, pensada a partir del asesinato de Mariano F. y de la violencia social y política que continuó, fue extraña (en esta nota que publicó La Tecla Eñe cuento cómo surgió la idea del libro) Sumergirse en un mundo de negociados entre funcionarios del gobierno, sindicalistas y empresarios; patoterismo sindical y barras es algo que, como periodista cultural, frecuento poco. Por otro lado, estoy muy conforme ya que creo que esta investigación me reconcilió con las posibilidades de ejercer el periodismo en tiempos en los que el "periodismo independiente" y el "periodismo militante" son dos caras de una moneda que sólo acercan #elfindelperiodismo. Sin embargo, estos meses de elaboración del libro fueron duros sobre todo por los encuentros con los familiares y amigos de Mariano, ocasiones en los que lo recordaban frente a mí y al grabador, llenos de dolor, quebrándose muchas veces, una tarea que también duele. Estas entrevistas me ayudaron a conocer a alguien que no conocía, a valorar su militancia y a poder afirmar eso que intuía: Mariano Ferreyra era un cuadro político de la clase obrera.
La prensa tuvo una actitud amable con el libro y estas son algunas de las apariciones que tuvo, como anticipo y una vez publicado, ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?.
Clarín
Página/12
Perfil
La Prensa Obrera, periódico del Partido Obrero, reseñó el libro
El blog de Juan Pablo Mansilla colgó las entrevistas que me hicieron en Cadena 3, en el programa de Pablo Rossi, y en FM Blue, en el programa de Clemente Cancela
Claudio de Luca me entrevistó para su programa Señales, de Rosario, Santa Fe:
Chiche Gelblung en su programa de Mitre
Santo Biasatti me entrevistó en Otro tema
Patricio Zunini en el blog de Eterna Cadencia
Gabriel Túñez conversó conmigo para DYN y su cable fue levantado por varios medios
Estos son algunos de los lugares donde se consideró que la publicación del libro podía ser importante. De varios otros no tengo los audios. A todos, gracias. (Si notan la ausencia de un grupo mediático de intensas relaciones con el Estado, no es casualidad).
Este viernes 1º de abril a las 19 horas, en el auditorio de la UBA (Uriburu 950) se presentará el libro a través de una mesa que contará con la participación de Martín Caparrós, Hernán Brienza, Jorge Altamira y yo y que será coordinada por Hinde Pomeraniec.
Están todos invitados.
martes, 11 de enero de 2011
El caleidoscopio político
¿Qué magia irradian las imágenes que nos seducen, hipnotizan, cautivan hasta lo más hondo? La potencia de su fuerza da cuenta, también, de sus posibilidades. Así como destilan seducción, también ofrecen la posibilidad del peligro. El peligro que muchas veces implica el ejercicio de la verdad.
Después de recorrer el caleidoscopio fotográfico, lleno de sentido, que se reúne en las páginas del blog Mal menor es inevitable acercarse a esta presunción, porque las imágenes que el autor del sitio recopiló, organizó y significó destilan riesgo. Un riesgo necesario, altamente necesario para esta época, para la constitución (es decir, para la reconstitución) de nuestra memoria actual, para preservar los materiales que den forma a la memoria del futuro.
Mal menor recoge –y lo continúa haciendo– fotografías de la historia reciente, y no tanto, del país que son expuestas a través de series. Conjuntos de imágenes que, si bien son significativas individualmente, plantadas en serie adquieren un rigor semántico extraordinario. Duhalde junto a Carlos Tomada, Chiche y Aníbal Fernández. Cristina probándose distintas gorras sindicales. Palito Ortega vestido de militar, junto a Evangelina Salazar, de campaña junto a Carlos Menem. Dante Gullo junto a Ruckauf, Ricardo Alfonsín o Carlos Grosso. ¿Kunkel junto a Rico o Rico junto a Kunkel? Perón y Lucio Gelli. Mauricio Macri junto a Gabriela Michetti. El cadáver de Evita. La Juventud Sindical –la nueva kirchnerista, la vieja (integrada por Hugo Moyano que prometía brindar a la izquierda peronista el trato que merecen los traidores). Joaquín Morales Solá, Nelson Castro, Magdalena Ruiz Guiñazú conspiradores en el senado. Carlos Tomada junto a José Pedraza, Cristina junto a José Pedraza, Aníbal Fernández junto a José Pedraza y Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi junto a José Pedraza. Un caleidoscopio que actualiza la posibilidad del uso político de las imágenes. El uso de frases –ya sean epígrafes de las fotos o citas– le otorga un extrañamiento poético a las fotografías. El lector –el espectador– se ve interpelado a buscar un sentido. Una frase encabeza el blog –que la desmiente–: “Una foto no significa nada”, sentencia firmada por la
La fotografía es la memoria social inmediata. Adquiere rango político cuando atrapa el momento histórico, se lo proponga o no. Y luego es necesario comprender sus funciones: leer la foto. Mal menor propone un conjunto de imágenes, un archivo inconmesurable, una visión de la historia y una advertencia contra el cinismo en que se mueven ahora mismo los gobernantes –y quienes los sostienen–. Y también de quienes se encuentran en la oposición y en las direcciones sindicales burocratizadas. Mal menor constata que existe una cuestión de clase. Señala las relaciones que constituyen la genealogía –y la actualidad– del kirchnerismo, sintetiza la historia contradictoria (un laberinto sin salida) del peronismo. Tal vez, Mal menor ayude a socavar los auras que quisieran conservar los poderes. No por nada comenzó su camino a principios de noviembre de 2010. Después de instantes históricos que seguramente siguen revelando algo: después del asesinato de Mariano Ferreyra, después de la muerte de Néstor Kirchner. El rol de esta galería que continúa construyéndose quizás simplemente sea afirmar una frase que se encuentra en algún lugar del propio sitio: “Le estamos haciendo mal a esa imagen que hemos logrado construir entre todos de un país serio, previsible y viable”. Y lo hace muy bien.
viernes, 22 de octubre de 2010
Mariano Ferreyra
Últimas imágenes. Mariano Ferreyra, asesinado por una patota de la Unión Ferroviaria, fue sepultado esta mañana en el cementerio de Avellaneda. Desde temprano, centenares de compañeros suyos del Partido Obrero de zona sur esperan sobre la vereda de la enorme ciudad de los muertos donde una bóveda resguardará sus restos por última vez y para siempre. Bajo el sol, muchos hombres y mujeres aguardan al cortejo fúnebre con flores en sus manos. Dos hombres mayores, de vestimenta sencilla, charlan en voz bajita, uno mueve la cabeza de un lado a otro cada pocos segundos, sin soltar la flor roja que sostiene. La “Negra” Norma Giménez –delegada del Diario Popular, dirigente zonal del PO y “mamá política” de Mariano, al que conoció desde que ingresó al partido, cuando apenas tenía 13 años– tiene los ojos inflamados de tanto llorar. “Me acabo de cruzar con unos compañeros municipales que se acercaron y que conocían a Mariano por el trabajo político que había desarrollado –cuenta–. Ayer la asamblea de la gráfica Morvillo decidió parar el turno tarde. Un gráfico propuso concurrir a la marcha y votaron que sí, juntaron guita, alquilaron el micro y fueron 50 laburantes del taller. ¿Te das cuenta de lo que provocaba Mariano? Y nos lo mataron”. Hay hombres y mujeres con el rastro del llanto y gente que no para de llorar. La Chiqui, que el día anterior acompañó el camioncito del PO en la marcha tomando el micrófono y cantando las consignas sin quebrar la voz ni una sola vez, está bañada en lágrimas. La idea de despedir por siempre a un chico de 23 años que quería vivir, que militaba porque pensaba que el mundo podía ser vivido de otra manera, provoca un dolor indecible.
Los autos del cortejo fúnebre llegan marchando lento. Dentro del cementerio los esperan los amigos y compañeros de militancia más cercanos de Mariano. Los que aguardan afuera entrarán unos minutos después. Al divisar al primer auto, el que transporta el ataúd y en el que viaja su hermano Pablo –que le pidió, este año, a Mariano que oficiara como testigo de su boda–, comienza una salva tranquila, firme, de aplausos, homenaje de respeto, despedida. Después, se extiende el silencio. Cuando se abre paso para que ingresen el resto de las personas al cementerio, sólo se escuchan pasos, sollozos de vez en cuando, mientras centenas de banderas rojas flamean en las manos de los deudos.
El dolor de la familia de Mariano, el llanto que gana a sus compañeros; los abrazos desconsolados; el cajón cubierto por una bandera del Partido Obrero; el silencio y respeto con que se depositan las flores; luego, afuera, la bronca y la emoción que hace que las gargantas tiemblen cuando cantan “La internacional”, el “arriba los pobres del mundo” con que se despide por última vez a Mariano. Por última vez.
Especulaciones. Después de la marcha del jueves, me fui a tomar algo con unas amigas, llegamos a La Ideal, que permite en su primer piso refrescarse con alguna bebida antes de que comience la milonga bajo sus techos deslumbrantes. Dos de esas amigas laburan en cierto grupo empresario, la otra fue delegada en el mismo grupo, hasta que sus dueños decidieron despedirla junto a otros ciento dieciséis de sus compañeros. De repente, el diálogo gira sobre la memoria de aquellos hechos. Y sobre el papel de la dirección de la UTPBA, sus bajezas, su agachada, su traición. “Qué cosa –pienso mientras tomo un vaso de cerveza–, como las magdalenas, el crimen de la mafia sindical de Pedraza remite al accionar de una burocracia centroizquierdista”. Me cuentan que en Télam se hizo una asamblea de 120 laburantes de prensa, que decidieron cortar la calle de la agencia y que después un grupo marchó hacia la plaza de mayo, que también recordaron la asamblea electoral fraudulenta que le garantizó a la burocracia de la UTPBA el control absoluto de la elección para mantenerse en el poder. Me cuentan que en Perfil se hizo una asamblea, que recordaron cómo la dirección de la UTPBA salió a cagar a trompadas a Tomás Eliaschev acusándolo de ser del PO y que redactaron una solicitada que será publicada el diario Perfil. Que en Página pararon una hora. En BAE otra asamblea repudia el crimen, sus trabajadores movilizan a la plaza y logran publicar otra solicitada en su diario. El Frente de Unidad emite un comunicado conjunto y convoca a marchar. La redacción donde trabajo recibió la noticia del asesinato de Mariano durante el día de cierre de su publicación. Para mí fue una jornada agobiante. La novedad me pegó muy mal. Y una inquietud no dejaba de rebotar en mi cabeza: ¿cómo reflejarían el asesinato los medios del periodismo K? ¿Se parecería a ese silencio de los kirchneristas que pueblan las redes virtuales? Esa duda no dejó de rondarme. A las diez y media de la noche, la comisión interna de la revista tomó la palabra para repudiar el crimen y convocar a la movilización.
El periodismo K reaccionó de maneras muy distintas ante el asesinato. Si bien Página tuvo su own private “La crisis causó 2 muertos” cuando su edición digital y en tres párrafos informó la “muerte” de MF en un enfrentamiento y le otorgó a Pedraza las palabras finales de la nota, deslindándose del crimen y sosteniendo que había sido una cosa del MST y del PO; al día siguiente la nota de Laura Vales puso las cosas en su lugar y salvó la dignidad del diario, junto a la columna de Horacio González que rebatía el discurso oficial con un simple razonamiento: “no basta con que la policía no reprima, este crimen es una cuestión de Estado”. La periodista y el camarógrafo de C5N no dejaron de filmar a la patota que arremetería con fuego contra los “comunistas”, aun cuando fueron amenazados, y después llevaron los videos a la fiscalía a pesar de que no se los habían pedido, en una demostración de que todavía se puede hacer periodismo. Tiempo Argentino brindó una cobertura detallada del asesinato y el editorial pide que se busquen los culpables, ya sean funcionarios públicos, sindicalistas y empresarios. Otras publicaciones fueron menos dignas. Algunas –incluso en contra de sus propios intereses en materia de venta, en medio de una caída en picada de la colocación de sus materiales– no le dieron la tapa al crimen, sino que le dieron un copete en el que vendían la nota diciendo que explicarían las razones que motivaban a una “interna sindical”. Se dice, contado por periodistas de alto escalafón, que cierto grupo mediático muy ligado al oficialismo ordenó que no se les diera la palabra a dirigentes del PO. En Radio Nacional, la dirección no sólo decidió que no se mencionara al PO, sino que explicó que, a la hora de referirse a Mariano Ferreyra, no debía usarse la palabra “militante”, sino que se debía usar “manifestante”. La decisión fue dada a conocer mediante una circular oficial. Qué se puede decir de 678, que salió mentirosamente a decir que la Unión Ferroviaria no había participado del acto de River –sí estuvieron, mandaron una delegación que portaba banderas con la inscripción “100% peronistas”, a pesar de que Pedraza no fue ya que adujo un viaje al exterior–, que dio vueltas sobre el complot de Duhalde a partir de una equivocación acerca de una nota de El cronista que se hubiera podido resolver con un poquito, un poquito solamente, de periodismo e incluso tuvo el valor de mencionar a los que le hacen el juego a la derecha, en referencia al Partido Obrero. Ante la exasperada posición de Sandra Russo, daban ganas de mirarla a los ojos y decirle: “No, Sandra, no. Este no es el gobierno de la primavera camporista. El crimen de Mariano cometido por los socios sindicales de la presidenta lo demuestra”. Twitter y muchos blogs K se posicionaron en silencios vergonzantes, cuando no en acusaciones hacia la izquierda de montar una operación política contra Cristina sobre un cadáver tibio. Otros llegaron más lejos: “Ya tienen al mártir que buscaban”. Claro que hubo excepciones, como el texto escrito por Irene Haimovici, delegada del diario La Nación que circuló por Facebook, o el texto de una tuitera que firma con el nick @losgalgos.
Después de tomar algo en La Ideal, dos amigas y yo tomamos un taxi. En un momento, dije: “Pero los kirchneristas, ¿no piensan que los mafiosos que tiraron a matar se sintieron con la autoridad para hacerlo cuando Cristina reinvindicó a la Juventud Sindical, esa que dirige hoy Facundo Moyano y que es la continuidad de aquella que en los setenta formó los grupos de choque de la AAA?”. La delegada despedida del grupo me dijo: “No puedo dejar de pensar en la imagen de la reunión en que se dijeron: ‘Sí, salgamos con todo’”. Me transmitió esa obsesión. ¿Cómo fue el momento en el que se dijeron: “Ya basta, vamos con los fierros. Vamos hasta el final”? ¿Qué percibieron de la realidad política como un aval para tomar esa decisión? ¿No tuvo nada que ver la cercanía de los K hacia ellos? El gobierno y su fracción política decidieron pactar con la burocracia sindical integrada al estado y reconvertida en socia de los empresarios a los que, supuestamente, debía combatir. No sólo Pedraza, Lescano, Viviani –quien pagó 150$ a quien asistiera a River, información a la que accedo de primera mano y en base a testimonios de personas que fueron a River para cobrar esa guita, que significa más que el jornal que cobran como empleados de seguridad-; sino también Moyano. Moyano, un empresario. Un hombre que tiene testaferros en empresas de recolección que le brindan beneficios económicos personales. Moyano, que en diálogo con Funes de Rioja le dijo: “Usted y yo podemos esperar, un trabajador no”, en una admisión flagrante de su externalidad a la clase trabajadora, en el reconocimiento de su condición de parásito de los trabajadores. ¿Es ese el hombre que entusiasma como referente sindical a los jóvenes kirchneristas? ¿Tan bajo han caído los parámetros de moralidad, de conciencia política, de todo?
Un revolucionario. Se ha dicho mucho, muchas cosas buenas y muchas barbaridades desde que se conoció la noticia del asesinato de Mariano. Alguien llegó a decirme por chat: “Pero si es la demostración de que el PO manda a los pibes al muere, no a los dirigentes”. A tal punto llega la miserabilidad.
Toda muerte es tremenda. Toda muerte joven es terrible. De todos modos, nunca defendí la idea de que todo sea lo mismo. De que todo sea igual. Mariano era un cuadro. Tenía 23 años, era responsable político de Avellaneda. En la estructura del PO, el responsable político es aquella persona con mayor importancia, relevancia y capacidad de dirección. (Una aclaración: milité varios años en el Partido Obrero y, a pesar de no ser un miembro orgánico del partido, soy del PO, adhiero a su línea política, sigo pensando que hay que instalar un gobierno de los trabajadores para los trabajadores, y no milito porque soy un diletante, un cómodo, una persona que disfruta de sus privilegios pequeñoburgueses y no los piensa abandonar, a diferencia de tantos otros militantes a los que respeto mucho, militantes como, por ejemplo, Mariano Ferreyra). A pesar de su juventud, Mariano dirigía, entonces, los varios grupos del partido en una zona en la que la reactivación industrial llevó a una mayor penetración de las ideas del PO entre la clase. Tanta era su dedicación, que decidió formarse en un oficio proletario para poder ingresar a trabajar en las mismas fábricas que son el núcleo del programa estratégico de la revolución que pregona el partido. Se convirtió en tornero, Y trabajó como metalúrgico, aunque no pudo lograr un empleo fijo porque, se sabe, la tercerización, la flexibilidad no han acabado durante esta “primavera kirchnerista”. Ni por asomo. Había iniciado su militancia en el agitado 2002. Adoraba a Pablo, su hermano mayor, que era del PO, e ingresó al partido cuando tenía 13 años. Comenzó su desarrollo dentro de la organización, a la que se comprometió con todo su espíritu. Tenía 14 años cuando participó de la toma de Sasetru, una fábrica que el Polo Obrero había decidido tomar y reactivar. Fue delegado de su colegio. Se formó en el marxismo a tal punto que más tarde dirigió cursos sobre marxismo a jóvenes como él, y más jóvenes que él. No dejó de lado sus inclinaciones culturales. Tocaba el teclado e integró varios proyectos musicales. Le gustaban Llhasa y la Pequeña Orquesta Reincidentes, música sofisticada para niños sensibles. Era fanático de la desmesura de Takashi Kitano y Sonatine era una de sus películas favoritas. Había cursado dos años del profesorado de historia, pero en la actualidad pensaba dedicarse al cine. Le gustaban Los Simpsons, Family Guy y Dr. House, seguramente, entonces, no debía descartar al cinismo como una forma de analizar la vida. Sin embargo, la pasión que lo movía era la militancia. No sólo cumplía con las tareas que implica ser responsable político de una zona de vital importancia para los intereses de la política clasista, sino que tomaba compromisos militantes que, orgánicamente, no le correspondían. Había ido a “hacer el aguante” a la toma de Puán, que concluyó victoriosa el mes pasado. Era un dirigente del CBC de Avellaneda. Y había decidido participar del trabajo en el círculo ferroviario, un núcleo obrero muy importante para el partido que lleva ese nombre. Participó del primer corte de vía en julio de este año. Y sus compañeros cuentan que fue a visitar a varios trabajadores en sus casas para convencerlos, para animarlos a que siguieran la lucha por su reincorporación y pase a planta de centenares de otros ferroviarios tercerizados. Sus compañeros de militancia le decían “El Jefe”. Hay que notar una cuestión: a cualquiera le dicen el gordo, el barba, el chueco, el flaco, el petiso, basta con cumplir esa condición. Cuando se le dice “El Jefe” a una persona, desde el cariño y el respeto, sólo significa que se ha ganado ese sobrenombre. Mariano había decidido dedicar su vida a la posibilidad del socialismo, a la posibilidad de instaurar un gobierno de los trabajadores en la Argentina. Más allá de que esa posibilidad pueda ser concretada o no, definir un rumbo de vida orientado hacia tal objetivo implica dejar de lado no sólo creencias comunes a la mayoría de la sociedad, sino tal vez abandonar oportunidades, acomodos, caminos fáciles e, incluso, objetivos personales. También señala que quien elige ese objetivo como forma de vida, entrega su vida a una aspiración mayor que las pequeñeces de la individualidad, en función de un proyecto colectivo histórico, superador. Mariano Ferreyra había decidido dedicar su vida a la revolución obrera. Fue asesinado. El olvido no se posará sobre la memoria de su vida.
En las vías del Roca, en julio de este año.
Dibujo de Mariano: "Este dibujo lo hice en una reunión. Qué cosas raras discutimos".
En la toma de Sasetru. Tenía 14 años.
Hace pocos días en el Congreso, reclamando el 82% para los jubilados.
domingo, 19 de septiembre de 2010
Elecciones en la UTPBA. Burocracia: chupala
El Frente de Unidad, que encabeza Osvaldo Bayer y está compuesto por delegados sindicales de los principales medios, se presenta a las elecciones de UTPBA de la próxima semana. Se viene un fraude escandaloso -la burocracia ni siquiera entregó el padrón, inflado como está por "colaboradores" fantasma y personas que jamás pisaron una redacción, en base a acuerdos con grupos políticos universitarios y otros-. El apoyo a la lista -y el repudio a la burocracia- es perceptible en cada empresa periodística. Como ejemplo de esto, acá va la solicitada que estamos haciendo circular y que se puede ver en www.frentedeunidad.blogspot.com:
Solicitada
Apoyamos la candidatura de Osvaldo Bayer como secretario general de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y al Frente de Unidad que lo postula en una lista en la que participan delegados de las empresas periodísticas más importantes. La lista del Frente de Unidad expresa las luchas históricas y las más recientes del gremio. Forma parte de la pelea por la libertad de expresión, por la democratización del sindicato, contra la destrucción de la obra social, por la recomposición salarial mediante paritarias colectivas, por el derecho a la organización sindical, por la plena vigencia del Estatuto del Periodista y por la defensa de todos los puestos de trabajo. Reivindicaciones y espíritu de lucha que la actual conducción sindical abandonó desde hace muchos años. Reconocemos en Bayer la figura de un luchador que, a partir de 1959, fue Secretario General del Sindicato de Prensa e impulsó la primera huelga en el diario Clarín. En 1963, permaneció preso a manos de los militares que derrocaron a Frondizi debido a su actividad sindical. Hoy encabeza la lista de los trabajadores y delegados que pelean por recuperar el gremio. Por estos motivos, apoyamos a Osvaldo Bayer y a los candidatos del Frente de Unidad.
Diego "Chavo" Fucks
Martín Caparrós
Pablo Llonto
Martín Kohan
Vicente Zito Lema
Guillermo Saccomano
Roberto "Tito" Cossa
Adriana Bruno
Eduardo Blaustein
Jorge Aulicino
Eduardo Anguita
Miriam Lewin
Telma Luzzani
Hernán López Echagüe
Laura Giussani
Mariano Hamilton
Mariana Enríquez
Ernestina Pais
Josefina Licitra
Alejandro Horowicz
Miguel Russo
María Iribarren
Horacio González
Manuel Gaggero
Marcos Mayer
Miriam Molero
Osvaldo Bazán
Olga Viglieca
Daniel Riera
Daniel Link
Juan Salinas
Diego Papic
Diego Genoud
Fernando Martín Peña
Elsa Drucaroff
Ángel Berlanga
Florencia Canale
Luis Lazzaro
Alejandro Agostinelli
Emanuel Respighi
Walter Vargas
Alejandro Wall
Roberto Carozzo
Diego Rojas
Carlos Romero
Jorge Repiso
Sebastián Hacher
Bruno Bimbi
Diego M. Vidal
Tato Dondero
Daniel Iglesias
Jeankarla Falon Plaza
Soledad Vallejos
Silvina Friera
Juan Ignacio Zacagnino
Tomás Eliaschev
Raquel Roberti
Germán Ferrari
Flavia Costa
Nicolás Mavrakis
Ángela Lerena
Alejandro Claudio Tarruella
Nestor Piccone
Pedro Lanteri
Rubén Calmels
Ignacio Jawtuschenko
Sabrina Díaz Rato
Irina Sternik
Luis Paz
Karina Micheletto
Mercedes Halfon
Adrián Pérez
Roque Casciero
Clarisa Ercolano
Claudio Marcelo Díaz
Alberto Elizalde Leal
Darío Aranda
Carlos Fernando Comparato
Enrique Ruiz
Alejandro Lillo
Gabriela Dichiaro
Horacio Marmurek
Andrea Delfino
Marcos Viancheto
Gabriel Wainstein
Martín Segura
Verónica Rímuli
Nahud Mirad
Laura Manzotti
Silvia Acero
Osvaldo Mauricio Tangir
Norma Fontán
Horacio Ciríaco
Marcelo Valente
Hernán Buodo
Hugo Salas
Nestor Omar Fernández
Norma Fernández
Daniel Casal
Axel Delfino
Juan Carlos Volnovich
Alfredo Grande
Enrique Carpintero
César Francis
Amadeo Lukas
Belén Ianuzzi
Noelia Téllez Tejada
Cecilia Pérez Declercq
Ximena Pascutti
jueves, 8 de julio de 2010
lunes brindis de contraeditorial
miércoles, 7 de julio de 2010
Brindis contraeditorial
Suscribirse a:
Entradas (Atom)