viernes, 14 de mayo de 2010

Operation.




A eso de las cinco de la tarde del último miércoles un amigo me preguntó por el chat de gmail: "¿Leíste esto?". Se trata del artículo que Jorge Asís publicó en su blog en el que señala que Ernestina Herrera de Noble habría tenido un hijo natural. Un melodrama misterioso. Asís -mediante uno de sus noms de guerre- cuenta la historia de Mariano Puig, un hombre de 51 años que dice haberse enterado del oscuro secreto de su origen y que querría conocer a su madre biológica, la Señora. Su padre, llamado Ernesto, habría sostenido una relación clandestina con la entonces joven Ernestina, que habría quedado embarazada y reclamado que se separe de Alba, su esposa, para convivir con ella. Pero Ernesto no estaba dispuesto a separarse. "Tenelo, yo me lo quedo", le habría dicho a Ernestina. Y, a cambio de unos dineros, habría adoptado al niño y comprado la desaparición de sus vidas de la que luego se transformaría en la señora de Noble, la actual emperatriz del grupo. Mucho tiempo después, Mariano habría conocido la verdadera historia de su vida.
Raro. "Verosímil", aclara Asís, "que no quiere decir 'real'".
Llamé a la casa del señor Puig. No estaba. Atendió un niño. Me pasó su teléfono celular. Puig atendió mi llamado. Le planteé la cuestión. "¿Quién te dio mi número?", fue su primera reacción para nada suave. Le expliqué cómo había llegado hasta él. Se calmó. "Hay cosas que no se pueden hablar por teléfono". Quedamos en encontrarnos ese mismo día. De todas maneras, había cierto clima espeso en la cosa que propiciaba algún tipo de sospecha. Era una información propiciada por Jorge Asís (el año pasado declaró en el juicio que entablaron las Abuelas contra Noble. El abogado de Abuelas lo incluyó entre una serie de testigos cuya única función era demorar la actuación de la justicia). Un hijo biológico de la Noble, vendido. Todo muy espeso.
Una fuente cercana agravó esa sospecha: dijo que corre el rumor de que, a semanas de que se lleve adelante la prueba genética que aclararía el origen real de Marcela y Felipe Noble, el grupo estaría preparando una operación: un medio "amigo" del gobierno pondría a rodar esta historia. Se podría filmar al periodista. Se lo podría editar ofreciendo plata al denunciante. Se desprestigiaría el acto de justicia que se estaría llevando a cabo en esos mismos momentos con una historia espeluznante: "Los K y sus medios acusan no sólo de apropiadora a Ernestina, sino de vendehijos, de madre abandónica. Los K no tienen vergüenza, compran la justicia, tergiversan el resultado de las pruebas. Son espurios. Son fascistas". Decidí levantar el encuentro.
Pude averiguar unas cosas más. Mariano ya había contado su historia a la prensa, con algunas diferencias. En esta nota, realizada por La Nación hace ocho años, Puig cuenta que acaba de enterarse que no era hijo biológico de sus padres y que su madre, antes de morir, le habría revelado que había sido comprado. "Su madre biológica era una marplatense de clase alta que debió dejarlo por presiones familiares luego de quedar embarazada a los 17 años, aún soltera", explica el artículo. Más oscuro todo, todavía.
¿El hijo de Ernestina? ¿Una contraoperación de Clarín para embarrar la cancha? ¿Un mitómano con ansias de notoriedad mediática?
Who knows.
Los miércoles son días muy interesantes.

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